Los pies: caminamos sobre ellos, pero… ¿les prestamos la atención que merecen? Los zapatos son de gran importancia en su desarrollo, sobre todo para los más pequeños. ¿Qué calzado les conviene más en cada etapa? ¿Qué debemos tener en cuenta para evitar malformaciones y favorecer un correcto crecimiento? En el siguiente artículo encontrarás información segmentada por edades y un conjunto de recomendaciones que te ayudarán a elegir el mejor par para tus hijos. Lo más importante para el correcto desarrollo del pie es el uso de un calzado adecuado en cada etapa de la infancia. El calzado debe limitar lo menos posible la movilidad normal del pie. Unos zapatos usados siempre llevan la huella de su anterior dueño, pueden estar deformados o viciados, y es probable que al caminar le rocen o no le resulten cómodos. Un calzado sano es plano y con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda. Las características en estos zapatos deben ser similares, teniendo en cuenta los contrafuertes, los forros de piel y usando calcetines de algodón, pikys cortitos o pikys invisibles para las bailarinas y mocasines.
Zapato de verano para niños, sandalias y menorquinas En el momento que empiecen las altas temperaturas, la mejor opción y el zapato imprescindible de verano son las sandalias para los niños. En el caso de utilizar zapatos, estos deben ser sin suela, ya que durante el primer año el pie crece normalmente hasta cuatro números, pasando de un nº 16 a un nº 20. A partir de los 10 meses, debemos empezar a preparar el pie del niño para gatear y para ir poniéndose de pie, por lo que lo mejor es comprar zapatos con puntera y dorso consistentes para proteger sus dedos y evitar roceduras y golpes que puedan darse. Coincidiendo con el 43 Congreso de Podología que estos días se celebra en Valladolid, un especialista da las claves para mimar los pies de los más pequeños. Descalzos hasta que caminen Aunque las tiendas de moda infantil están llenas de botitas y zapatos para recién nacidos, profesor de Podología en la Universidad Miguel Hernández de Elche, señala que el calzado no es necesario hasta que el niño sea capaz de caminar por sí solo. Siguiendo esa teoría los fabricantes de calzado han creado un prototipo de zapatito-bota terrible, que prácticamente inmoviliza todas las articulaciones del pie e impide al niño utilizar correctamente su musculatura y su fisiología en desarrollo. El objetivo de este artículo es arrojar un poco de luz sobre este tema, basándome en mis conocimientos como fisioterapeuta y en las enseñanzas impartidas en sus cursos por Philippe Souchard, creador del método Reeducación Postural Global (R.P.G.) (1) Como dijo él mismo recientemente en una de sus clases: ¿Por qué nos empeñamos en calzar a los niños con botas de esquí? En la mayoría de los casos, y sobre todo en ausencia de patología o deformidad alguna, la actitud más sabia es escuchar a la propia naturaleza. Argumentos para una buena elección. Muchas madres y padres dudan (y con razón) a la hora de comprar calzado a sus hijos.
Incluso antes de que el niño comience a gatear, ya estamos en las zapaterías queriendo comprar “lo mejor” para nuestros pequeños. Pero en muchísimas ocasiones lo que nos venden como “lo mejor” suele ser un armazón duro, incómodo y muy alejado de lo que debería ser un calzado sano para esos lindos pies que están creciendo y formándose. En los últimos años ha existido una corriente entre algunos profesionales que defienden la necesidad de un zapato infantil fuerte, en el que el pie vaya “bien sujeto”, tanto el tobillo como la planta y los dedos. Por el mismo razonamiento que se pretende usar botas, podría defenderse que esas botas llegasen hasta la cadera para proteger la rodilla, evitando su movimiento. Durante los primeros meses de vida, lo ideal es que el niño vaya con calcetines. Para que el zapato no influya negativamente en esta etapa debemos tener en cuenta los siguientes puntos: El calzado debe ser flexible y ligero, exceptuando el contrafuerte de la zona del talón.
Utilizar calzado de forma ancha y que se adapte a la forma del pie, sin angulaciones pronunciadas que puedan derivar en malformaciones. La palmilla debe ser plana, evitando que eleven el puente del pie. Los materiales han de ser naturales y muy transpirables. En verano, las sandalias deberían ir bien atadas y, si es posible, sin elementos entre el primer y el segundo dedo. ¿Cuál será el más adecuado? Lo más importante es tener en cuenta que el calzado infantil no debería guiarse por cuestiones estéticas, dado que puede incidir negativamente en el desarrollo de un órgano en constante evolución en el niño y entorpecer el desarrollo correcto de la marcha. Según afirma el Javier Ferrer, podólogo del Hospital Nisa Valencia al Mar “calzar a un bebé, aunque resulte bonito es completamente perjudicial, ya que la estructura ósea de un niño tarda en consolidarse completamente. Las sandalias son un calzado que podemos encontrar en una gran variedad de formas, tanto escotadas como con tiras, dedos cubiertos, talones cerrados, factores a tener en cuenta dependiendo del uso que se le vaya a dar.
Las sandalias de niña para vestir son aconsejables que sean de tiras y escotadas con algún detalle como lazos, cocas o strass ya que les vestirán más, con cierres de hebilla, y siempre teniendo en cuenta que los forros sean de piel. Para ir de sport, y pensando en sandalias para todo trote y llevar a diario con las cuales poder jugar y correr, deberemos usar sandalias con plantillas con formativo o anatómicas con suelas de goma para mayor comodidad y de estilo más sport. Para niño, las sandalias también las encontramos abiertas con los dedos y talones descubiertos, pensadas para llevar a diario por la ciudad y para ir de sport, y por otra parte sandalias cerradas para las vacaciones o campamentos de verano, con las que llevarán el pie más sujeto para ese tipo de trote, incluso encontramos sandalias con materiales impermeables para las actividades al aire libre y en contacto con el agua y la montaña.
Para los primeros pasos, las sandalias de niño y niña se aconseja que llevan los deditos cubiertos, o sin son abiertas que lleven la menor apertura posible, ya que les protegerán de cualquier golpe y roce, al igual que el talón debe ser cubierto para mayor sujeción. Con y sin tratamiento ortopédico el que tiene pie plano lo tendrá. Hay que tener muy en cuenta que la caña sea flexible porque si es rígida el niño acabará por modificar su forma de andar. Estar en casa Para estar por casa el niño debe usar un pijama manta cuando aún está en fase de gateo. Hay que probar el zapato con los calcetines puestos y vigilar que haya un espacio de entre 0,5 y 1,5 centímetros entre el dedo más largo y el calzado. La manera de dar con el mismo: escoger un modelo que se adapte a sus necesidades motrices, permitiendo un correcto desarrollo del pie y del aparato locomotor, y respetando la fisiología y la biomecánica del pie. Desde el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana han elaborado un decálogo con las recomendaciones básicas para dar con los zapatos perfectos este invierno.
"A partir de ahí se valora si el pie es flexible, si el niño está asintomático, si tiene molestias, antecedentes familiares, hiperlaxitud en las articulaciones u otros factores de riesgo (como la obesidad)", apunta. Se agarra a muebles y sillas para ponerse de pie e intenta ir de un sitio, aunque por ahora sin lanzarse. Si utiliza calcetines puede resbalarse, salvo que le pongáis esos que tienen gomitas antideslizante en la parte de abajo, y mejor si tienen puntera y talonera reforzadas. Los mejores zapatos para esta etapa son los zapatos blanditos realizados con material transpirable, con suela también blandita pero antideslizante, para evitar accidentes. A su vez tienen que contener lo suficiente el pie del bebé y sujetarle el tobillo como para ayudarle a conseguir estabilidad y evitar torceduras, pero sin apretar el pie. El bebé que empieza a dar sus primeros pasos zapatos-bebe Cuando el bebé ya se atreve a desplazarse por sí mismo, necesita zapatos que le den seguridad y le protejan el pie, pero que le sigan resultando cómodos, pues su pie se sigue modificando.
Deben aportar la dosis perfecta de flexibilidad y firmeza. A no ser que sean preescritas por un profesional, se deben evitar las suelas rígidas. Transpirables. Debemos poder doblar la parte de delante de la suela fácilmente hacia arriba con la mano. -el tamaño del zapato debe ser lo bastante ancho y largo para que permita el movimiento de los dedos y que éstos no lleguen a tocar por delante el final del zapato por dentro. Y para niños mocasines o castellanos para vestir, según el tipo de ropa que lleven. En las merceditas de vestir y mocasines y castellanos de niños, debemos buscar contrafuertes reforzados pero blanditos para que no sufran ese día, ya que algunos niños no están acostumbrados a esos zapatos, y juntado las altas temperaturas en esas fechas, debemos evitar rozaduras. Como eso es imposible, los zapatos infantiles brindan la protección y seguridad necesaria y evitan que los pequeños se hagan daño.
Los pies en crecimiento de los más pequeños de la familia requieren especial atención. y, cuando se convierten en sus favoritos, los niños no se los quieren quitar. Lo ideal sería que los niños pudieran deambular descalzos. El zapato debe llegar hasta debajo de los maleolos (los huesos laterales del tobillo), y, en el caso de las botas, ser lo suficientemente flexibles para permitir el movimiento completo de la articulación del tobillo. 2. Descubre cómo deben ser y qué errores no debes cometer cuando compres un par de zapatos a tu hijo. Cómo deben ser los zapatos de niño Escógelos de piel y tela para favorecer la transpiración del pie del niño. Asegúrate de que la suela sea ligera, flexible y antideslizante. Los pies de los niños transpiran mucho, por lo que es preferible que los zapatos estén fabricados en cuero o tela en lugar de plástico, ya que estos permiten que los pies transpiren y minimizan la acumulación de humedad. Es importante que la plantilla esté fabricada en un material absorbente.
Sin tacón. A pesar de las creencias, no existe ninguna evidencia de que los pies normales se conviertan en pies planos por el uso de zapatillas de deporte. Los niños empiezan a caminar y a desarrollar su psicomotricidad a partir de los 4 años. Por lo que, sobre todo cuando los niños están aprendiendo a caminar, es recomendable que pasen el mayor tiempo posible sin zapatos. ¿Cuál es el mejor calzado para los niños? Los zapatos deben adaptarse a los pies del niño, y no al revés. El zapato no debe ser ni demasiado grande ni demasiado pequeño, aunque un calzado demasiado apretado tiende a causar más problemas que uno demasiado amplio. La forma tiene que coincidir con la del pie, es decir preferiblemente con la punta cuadrada o redondeada para permitir más espacio para el movimiento de los dedos. No existe consenso sobre qué es preferible zapatos de corte alto o bajo. Los de corte alto son más difíciles para los padres de poner y quitar, pero los niños tienen mucha facilidad para quitarse los zapatos de corte bajo.
Aunque existe la creencia de son necesarios zapatos de corte alto para apoyar el tobillo cuando el niño comienza a dar sus primeros pasos, los estudios han demostrado que cuando un niño es lo suficientemente fuerte como para ponerse de pie y caminar, sus tobillos también serán lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de su cuerpo. Mejor calzado Deben ser ligeros. Con suelas flexibles y antideslizante. Pero es que las articulaciones están para moverse y son esos movimientos libres los que regulan y modelan a los ligamentos que protegen la articulación. Es recomendable ponerse de pie, para que cargue su peso sobre los dos pies. 9. A partir de ahí, añade el podólogo, la clave está en adaptar el calzado a las actividades que vaya desarrollando el niño; con zapatos cada vez menos flexibles (sin llegar a ser rígidos) y con algún tipo de contrafuerte en el talón. Las botitas deben utilizarse solo para proteger del frío y la humedad. Abusar de las deportivas. Como he dicho, los niños no tiene arco hasta aproximadamente los 3 años.
Ante la duda, mejor unos zapatos un poco grandes que unos ajustados. Los niños van madurando su manera de caminar hasta los 7 años. Si la suela del zapato es rígida, no permitirá que haya movimiento en la parte anterior del pie (articulación de los dedos, metatarsofalángica). Además, ha de ser lo suficientemente ancho por delante como para permitir a los dedos abrirse y moverse con libertad. 4. Debe tener protección tanto en la puntera como en el talón y suela blanda de 2-3mm. Es conveniente vigilar los pies por si aparecen roces. – De 1-3 años: cuando el niño empieza a andar, hay que utilizar un calzado con suelas flexibles que le permitan sentir cualquier terreno. Estas son algunas delas características que debe tener un buen calzado para el niño: • Ligeros, para hacer más desenvuelta la forma de caminar. • Flexibles, fundamentalmente en el punto en el que se flexionan los dedos al caminar. • Planos, con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda.
La horma del calzado debe ser ancha, que no le apriete ni le obligue a superponer los dedos. Se recomienda adquirir un calzado fabricado con materiales naturales que permitan la transpiración, como la piel o el cuero. 5. No hay que olvidar que el gateo es la preparación a la marcha así que los niños no deben estar en la sillita sino preparando su musculatura para lanzarse a caminar. Así que si los cubrimos, cuando aún no se han desarrollado, estamos perjudicando su óptimo desarrollo”. Los pies de los niños necesitan varios años para adquirir la forma y posición que tendrán cuando sean mayores, hasta los cuatro o cinco años, cuando los ligamentos y músculos estén desarrollados. Hasta esa edad todos los niños tienen el pie plano. A pesar de haber elegido un calzado correcto, hay que tener en cuenta que los zapatos y zapatillas deben utilizarse sólo unas horas del día. Siguiendo estas indicaciones proporcionaremos seguridad y estabilidad al niño en sus primeros pasos.
Recomendaciones a la hora de elegir zapatos Durante los primeros 10 años el crecimiento del pie del niño es exponencial por lo que es útil revisar una vez al mes si el zapato le ha quedado pequeño. Aprovecha nuestra selección de miniprecios para comprar calzado online, sin aglomeraciones, sin esperas y con unas ventajas que no debes dejar escapar. Un bebé que gatea no necesita los mismos zapatos que uno que empieza a dar sus primeros pasos, así que atentos que os recomendamos cómo tienen que ser los zapatos del bebé en cada etapa de su desarrollo. Algunos expertos recomiendan que el bebé que no anda no lleve zapatos. Las características que deben tener las menorquinas son los forros de piel, y suelas de caucho que nos aíslen del calor. La función del calzado es proteger al pie cuando lo apoyamos sobre el suelo. De lo contrario, se pueden producir muchas lesiones. El 10% de las visitas al podólogo tienen como protagonistas a niños y jóvenes; sin embargo, muchos problemas serios podrían prevenirse acudiendo a la consulta a tiempo.
No es nada recomendable el uso de hebillas en esta etapa porque podrían causar erosiones en el dorso del pie. En el momento de empezar a andar, se recomienda el uso de zapatos bien reforzados en la parte posterior y laterales, para un buen aguante del tobillo. Por lo que se refiere a las botas invernales, éstas protegen del frio pero no de las torceduras. Pero todas tienen suela. Como decíamos, el pie del bebé está en constante evolución y un zapato que le apriete o le quite libertad de movimientos podría ser perjudicial, incluso provocar malformaciones. Por tanto, lo ideal para el bebé que gatea es andar descalzo, o con unos calcetines o patucos si hace frío (calcetines gordos si hace mucho frío). En el caso de niños pequeños que todavía gatean, o que unos ratos gatean y otros ya se empiezan a poner de pie y caminar, también es importante dejar libre el juego del tobillo ya que su posición varía mucho según vayan a cuatro patas o de pie. Con un calzado que fije el tobillo dificultaremos su forma natural de desplazarse: A veces lo que se pretende con ese tipo de bota dura es dar mayor estabilidad a la marcha (de por sí inestable) de un niño que comienza a andar. Todos tenéis alguno de esos jerséis monísimos que no hay quien ponga al niño porque la cabeza no entra ni con calzador, y en niño con toda la razón se niega a que le pongáis. La función del zapato es proteger del frío y prevenir de las posibles lesiones que puedan ser causadas por pisar con el pie descalzo objetos afilados. Siempre se ha pensado que los zapatos son necesarios para promover el correcto desarrollo del pie del niño, pero estudios recientes han demostrado lo contrario.Las deformidades en los pies, como juanetes y dedos en martillo son menos frecuentes entre los niños que no usan zapatos. Sin embargo, es una práctica poco recomendable, ya que los pies son siempre anatómicamente diferentes y cada niño tiene una forma distinta y particular de caminar. El pie tendrá estabilidad por sí solo, el zapato no puede suplir las funciones del pie".
Signos de alerta "Lo normal es que los padres no detecten ningún signo de alerta hasta que el niño ya ha alcanzado una marcha más o menos estable, hacia los tres años", explica, "porque antes de esa edad es difícil". Es decir, la suela de un zapato para niño debe ser flexible y algo gruesa (goma de al menos medio cm de grosor). Altura: Es muy frecuente que se recomiende que los niños pequeños usen botas que protejan el tobillo, para que no se tuerza y evitar el pie plano. Hay una diferencia del 4% del volumen del pie respecto de la mañana. ¿Mi hijo se quita los zapatos al llegar a casa, es malo que los niños caminen descalzos por casa? No es desaconsejable que lo hagan, sólo tenemos que vigilar que la temperatura y las condiciones de la superficie del suelo lo permitan y procurar que no puedan resbalar o lesionarse los dedos. El zapato se amolda a cada pie en particular. – Los zapatos deben ser cómodos desde el primer momento, se debe probar siempre los dos pies y con el niño de pie. – Es mejor comprarlos por la tarde.
La suela, en cambio, debe ser poco gruesa, antideslizante y muy flexible para mejorar la movilidad del pie. Es importante también que el cierre proporcione una sujeción correcta del pie. No compres para un niño zapatos acabados en punta que puedan oprimir el empeine. Han de tener una sujeción bastante firme en el empeine con cordones, hebillas o velcro. Intenta que el calzado sea poco escotado para que cuando el pequeño esté jugando no se le salga con facilidad. Errores frecuentes al elegir el calzado infantil Elegirlos demasiado grandes. El velcro, es una buena opción puesto que les da autonomía a la hora de vestirse. Es muy importante entender y saber qué zapatos son los idóneos en función de la etapa evolutiva del niño: – De 0 hasta que comienza a gatear: no se recomienda ningún calzado, es suficiente para protegerle del frío ponerle calcetines o patucos. – Fase de gateo: debemos poner un zapato flexible de tejidos nobles, que además de resguardar del frío, le proteja de los golpes. Limitar la movilidad de una articulación no tiene sentido.
En estas edades el pie crece rápido y puede cambiar de numeración sólo en tres meses. – No es bueno aprovechar los zapatos de otro niño. La planta debe llevar formativo y los cierres de hebilla para mayor agarre. zapato-de-verano-para-ninos-sandalias-clarys zapato-de-verano-para-ninos-sandalias-timberland sandalia niña tiras clarys sandalia niño velcro timberland Uno de los complementos de las sandalias en verano son las menorquinas, un calzado básico que no debe faltar en nuestro vestuario, pero siempre alternando con las sandalias y sin confundirlas con ellas. El diseñador no ha caído en que el cuello está pensado para que pase por el la cabeza de un adulto, pero la de un niño es mucho más grande en relación al tamaño del cuerpo. Además la tela es más flexible. Suela: Es la parte imprescindible de todo zapato. Sobretodo al comprarlos puesto que, dependiendo del fabricante, el número puede variar. Hay que tener en cuenta que los dedos de los niños son muy elásticos, por lo que si el zapato le va pequeño, sus dedos se comprimirán y no le harán daño, pero, aunque no se queje, puede provocar problemas en el crecimiento natural del pie. Inspeccionar el pie, vigilando que no haya zonas enrojecidas debido al roce constante o a la presión que el zapato pueda ejercer. Las compresiones, mientras el pie se está osificando, provocan deformaciones importantes. Se recomienda tener un par de zapatillas deportivas para alternarlas y ventilar adecuadamente. ¿Que debemos tener en cuenta cuando vamos a comprar los zapatos? – Revisar periódicamente el tamaño del zapato. Es mejor elegirlas de piel o de lona, que son más transpirables o, al menos, evitar que las lleven mucho tiempo. Heredar. Al pequeño le resulta muy difícil caminar con un zapato que le baila en el pie o que se le sale constantemente: le obliga a adoptar posturas que a la larga son perjudiciales y puede provocarle caídas. Ponerle botas para que le sujeten el tobillo. Esto para estar dentro de casa.
A partir de los 3 años cuando empiezan el colegio es aconsejable los cierres de velcro para mayor comodidad y practicidad, pasando a los cordones de nuevo cuando son más mayores con 8 o 9 años. zapato-de-verano-para-ninos Zapato de verano para niños A la hora de comprar un zapato de verano para niños, debemos controlar muy bien la talla, teniendo en cuenta la anchura del zapato, ya que ni todos los zapatos ni todos los niños tienen la misma anchura de pie, y de largura siempre debe sobrar un dedo en la parte de detrás con el zapato abierto, así tendremos margen suficiente para los siguientes meses sin que le esté grande ni pequeño el zapato. zapato-de-verano-para-ninos Zapato de verano para niños Una vez que hemos tenido en cuenta cómo debe ser el zapato de verano para niños y sus características, ya estamos preparados para elegir qué tipo de zapato necesitan para cada ocasión. Zapato de verano para niños de estilo deportivo Empezando con la primavera y con temperaturas más altas, por lo tanto las botas y zapatos más cerrados empezamos a quitarnos, el mejor zapato de verano para niños para empezar esos días serían unos zapatos deportivos, ya que nos pueden servir para los últimos meses de colegio y para el verano, al pasar más horas en la calle como comentábamos antes y les resultarán más cómodos para jugar y correr. Dibujar y recortar en caso de duda el contorno del pie del niño en un cartón o papel y comprar luego un zapato en el que quepa bien esa silueta. -los materiales deben ser lo más naturales posible para que permitan la transpiración de los pies: piel, cuero, corcho, algodón (lona), etc. -el modelo más adecuado es un zapato que se adapte bien al pie, es decir con cordones o velcro en el empeine. No se puede negar que queda muy collejo, pero un niño no es un adulto pequeño. A veces compramos zapatos de un número mayor del que necesita el niño para que le duren más tiempo. Es recomendable que en casa los pies estén libres, y será suficiente utilizar un calcetín antideslizante o zapatilla de estar por casa, si no existe ninguna contraindicación.
Mejor velcro, o hebillas y que se abra lo suficiente como para poder meter el pie con comodidad. Hay botas, zapatos, sandalias o chanclas. Transpira mejor que cuero o plástico (el peor). La suela debe ser por tanto protectora, sin limitar el movimiento natural del pié. Cuando sale de casa, podéis ponerle un calzado blandito y ligero, que le abrigue y le vista (a los padres nos resultan muy monos los zapatos del bebé), pero que sienta como si no los llevara. Deben ser flexibles, de tejido y suela blanda. El cuero tiene la desventaja respecto a la tela de que para curtirla se usan sustancias químicas muy agresivas que no es raro que resulten irritantes para algunos niños. Si bien es cierto que lo mejor es dejar los pies "a su aire", tal vez la recomendación resulte un poco exagerada, más teniendo en cuenta la época de frío. ¿Para qué sirven los zapatos? Los zapatos son una prenda de vestir que sirve para proteger el pie del frío y de los posibles traumatismos. No se consideran un elemento indispensable, de hecho los bebés sólo necesitan calcetines en invierno para protegerse del frío.
¿Por qué el calzado infantil debe ser diferente? Porque el niño es hiperlaxo, es decir, que sus articulaciones son muy blandas, es lo que los médicos llamamos “pie plano-laxo infantil”, esta situación se considera normal hasta aproximadamente los 3 años. ¿Cuál es el calzado recomendable para favorecer un correcto desarrollo del pie? A partir de los 3 años el niño comienza a mejorar su tono muscular y eso hace que empiece a formarse el puente de la planta del pie, para ayudar este proceso se recomienda que: – Los zapatos sean ligeros y bajos, mejor que las botas. – Que la parte delantera tenga una forma cuadrangular y con anchura suficiente para dejar libertad al movimiento de los dedos. – Que no quede justo, se aconseja una distancia de 1 a 1,5 cm. El mejor momento para probar el calzado es al final del día, cuando los pies del niño están más hinchados. La realidad es que el arco del pie no se forma hasta los 3 años aproximadamente.
Son bonitos, divertidos, de colores llamativos, llenos de flores o con dibujos de sus personajes preferidos... Para comprobarlo correctamente, podemos hacer lo siguiente (siempre con el niño de pie): Comprobar que el dedo más largo del pie, normalmente el primero, aunque a veces es el segundo, quede a 1,5 centímetros de la puntera. Introducir sin demasiado esfuerzo el dedo índice entre el talón y el zapato. Un truco para estas ocasiones es untar y extender bien por el contrafuerte y empeine un poco de crema Atrix o Nivea unos días antes de la celebración y por casa llevarlos un rato con un calcetín de tenis, por lo tanto no lo estrenarán ese mismo día y evitaremos cualquier roce. zapato-de-verano-para-ninos-de-vestir zapatos-de-verano-para-ninos-de-vestir merceditas velcro nobuck gris merceditas velcro nobuck rosa Si pasamos al zapato de verano para niños de diario, para combinar con los zapatos deportivos y las zapatillas de lona, para niña en estas épocas contamos con una gran variedad de mercedes y bailarinas de sport para todo trote, y para niño náuticos y mocasines de sport, para los últimos meses de colegio y para combinar en verano con vaqueros y bermudas. En la mayoría de estos casos no tiene porqué haber nada patológico, tranquiliza, simplemente que algunos niños tienen quizás un desarrollo motor más lento. ¿Cuándo hay que preocuparse? Los dos motivos de consulta más habituales en las consultas de los podólogos infantiles son los pies planos y, como decía anteriormente Pascual, 'mi niño anda raro' (bien de puntillas o con las puntas de los pies giradas hacia el interior). Para los que ya caminan es indispensable también permitir el movimiento de las articulaciones del pie. Sirva esto también para las madres y padres de niñas a las que se permite elegir los zapatos que van a comprar, ya que escogerán esos rosas de charol brillante estrechos, a ser posible con tacones y parecidos a los de las mamás. Conclusión: un calzado sano no debe llevar nada de tacón y debe ser lo suficientemente ancho por delante como para que permita a los dedos poder abrirse y moverse con libertad.
CONSEJOS PARA COMPRAR UN CALZADO INFANTIL: -el zapato debe dejar libre la articulación del tobillo (subir y bajar el pie) -el zapato debe ser flexible. En esta etapa, los niños tienden a dejarse llevar por la moda, pero no siempre eligen el calzado más adecuado. RECOMENDACIONES PARA ELEGIR UN BUEN CALZADO: – En los primeros meses, ponerle calcetines o patucos para proteger del frío. – Nunca calzar al niño antes de que empiece a andar. – No usar calzado abotinado, porque no permite la movilidad del tobillo. – La suela debe ser suficientemente flexible para permitir la movilidad de las articulaciones. – La punta del zapato debe ser ancha y larga, para que puedan mover los dedos libremente. – El calzado debe ser de materiales transpirables y pieles flexibles. – Debe tener mayor longitud que el pie: de 1 a 1,5 cm más grande que el dedo más largo. – Los zapatos deben cambiarse con frecuencia por otros más apropiados para el tamaño del pie.
No debe molestar al uso, aunque sea nuevo. – Si la suela se desgasta anormalmente en poco tiempo, se debe acudir al podólogo para un estudio biomecánico y poder descartar posibles trastornos en la marcha. – Andar descalzo por terreno irregular favorece el desarrollo del niño. – No usar zapatos con soportes plantares estándar. El pie plano obedece a un esquema genético que se tiene o no se tiene. Esta parte del calzado se llama contrafuerte y no debe superar la altura del tobillo para evitar que la musculatura y los ligamentos de esta zona se atrofien. Deben contribuir a mejorar la estabilidad sujetando el tobillo a la vez que protegen el pie. La suela debe ser de caucho o de goma para evitar resbalones, y lo suficientemente flexible como para que le permita flexionar el pie. Por eso, veremos qué calzado se puede utilizar para no afectar el desarrollo natural de los pies del bebé que están en continuo crecimiento. El bebé que gatea A estos bebés es a los que se refieren los expertos cuando recomiendan que no utilicen calzado, a los que todavía no saben andar.
Por eso, salvo que estén completamente nuevos, es mejor no usarlos. ¿Cómo elegir un calzado infantil sano y adecuado? La elección de los zapatos es de gran importancia, como un factor más de salud. Así de flexibles tienen que ser. El bebé que se pone de pie El bebé ya se pone de pie solito. En cada caso debe ser un podólogo especializado en niños quien valore si existe un problema, aunque como añade este experto, los padres deben saber que los pies planos son normales hasta los seis u ocho años. El modelo más adecuado es un zapato que se adapte y sujete bien al pie, y que disponga de cordones o velcro en el empeine. Para que os deis una idea, deben poder retorcerse con las manos. (2) A menudo las suelas de los zapatos infantiles son tan gruesas y rígidas que parecen más de una bota de escalada o militar, que de un calzado para una personita cuyos desplazamientos son dentro de una casa, o en la escuela, o de un sitio a otro en una ciudad asfaltada y sin obstáculo alguno.
Conclusión: es imprescindible dejar que la zona anterior del pie se mueva con libertad mediante una suela flexible. Las plantillas. El podólogo Josep Maria Carnero explica que el pie del niño cambia constantemente así que lo primero que hay que hacer es comprobar que no padece ninguna patología. Por tanto zapato o zapatilla que deje libre el tobillo. Horma: Uno de los fallos más evidentes de calidad en el diseño de calzado infantil. En casa los pies deben estar todavía más libres: calcetín o similar sería suficiente para los más pequeños del hogar (solamente para mantener calientes los pies). Se acerca la 'vuelta al cole': los niños seguramente habrán aumentado un número de pie (si no más: cada tres meses el pie de los niños crece entre 7 y 8 milímetros), y es momento de calzarles con el zapato adecuado, que les acompañe durante todo el invierno en sus idas y venidas al colegio. "En la etapa de gateo y pregateo, sólo sirve de protección frente al frío", destaca este podólogo.
Pasa lo mismo con los jerséis que algunos fabrican para niños usando el mismo patrón que uno de adulto, pero en pequeñito. Las características en este tipo de zapato de verano para niños deben ser similares a las mencionadas en la parte de arriba, los forros de piel, evitando forros sintéticos que suelen llevar las deportivas convencionales usadas para practicar deporte exclusivamente, suela de goma y cierres de velcro o cordón, esto último en este tipo de zapato será libremente elegido por el niño o mamá según los gustos o edades. Las lonas y zapatillas de algodón, es otro de los calzados más adecuados para empezar la primavera. Hay calzado infantil con arco en la plantilla. Además, es preferible que lleven velcro, así se favorece su desarrollo psicomotriz, ya que el propio niño puede atarse y desatarse. – De 4-7 años: en esta etapa el pie tiene mucha actividad, por lo que el niño deberá calzar un zapato adecuado para evitar lesiones e impedir que sufra ninguna patología. – De 7-14 años: el niño comienza a establecer el patrón de marcha adulta, y el pie no está totalmente desarrollado.
Durante la maduración de la marcha, es necesario realizar revisiones periódicas para comprobar que no existe ninguna complicación y, si la hay, tomar las medidas necesarias para que no afecte a otras zonas, como las rodillas o espalda. Si el zapato no es justo su talla podría alterar su forma de caminar o crearle ampollas o laceraciones. 10. Lo ideal son los zapatos de tejidos resistentes, nobuk o de piel, pero no durísima, reforzados en la puntera y el contrafuerte para proteger al pie de posibles golpes. En cuanto al cierre, evitar de momento los cordones pues podría tropezarse y caer. Las enfermedades más comunes por el uso de un calzado inadecuado van desde la deformidad de los dedos y uñeros hasta la tendinitis aquílea, el dolor en la planta del pie, las verrugas o los eccemas a causa de materiales sintéticos. Y eso no cambia por usar un calzado u otro. entre la punta del dedo gordo y la punta del zapato. – La suela debe ser de un material que evite que el niño pueda resbalar y sobre todo debe ser flexible, preferentemente en la mitad anterior, zona que se flexiona al caminar, y de esta manera ejercitamos la musculatura del puente del pie. – El contrafuerte debe ser reforzado para sujetar mejor el tobillo dando más estabilidad al pie y la tendencia natural de girar los pies hacia adentro al caminar. – El material de confección debe ser transpirable y vigilar que no provoque rozaduras en la piel para evitar heridas, eczemas y sobreinfección por hongos. – Mejor zapatos fáciles de quitar y poner, que faciliten la autonomía del niño. ¿Es recomendable utilizar todo el día los zapatos deportivos? Cualquier tipo de calzado: zapato, sandalia cerrada, calzado deportivo… es adecuado siempre que cumpla los requisitos mencionados. Sería recomendable que para hacer deporte tuvieran unas deportivas sólo para esta tarea y cambiar calcetines y zapatos después de su práctica para mantener los pies lo más secos posibles. A partir de entonces, sus parámetros, serán parecidos a los de un adulto.
Las encontraréis también con talón cerrado y velcro o solo con velcro para los más pequeños de la casa Zapato de verano para niños, zuecos para la playa Y para terminar con el calzado más adecuado para esta temporada, uno de los más imprescindibles para las vacaciones, son las chanclas para piscina y playa. Con la vuelta al cole toca el momento de elegir zapato para nuestros hijos/as. Con las lonas hay que tener en cuenta el material con el que están fabricadas, escogiendo siempre lonas de algodón 100% y suelas de caucho natural para que les aíslen del calor, como las de Superga o Polo Ralph Lauren. Para estos zapatos, tanto zapatos deportivos como zapatillas de lona para niños, es aconsejable ponerlos con un calcetín o piky de algodón, los cuales evitarán la sudoración, como los que encontrarás en la tienda online de Dore Dore. zapato-de-verano-para-ninos-lonas-superga zapatilla lona cordon bebe superga Zapato de verano para niños de vestir A partir del mes de Marzo, es cuando empezó la época de ceremonias, como bodas, bautizos y ahora para Mayo de comuniones, por lo tanto para estas ocasiones especiales necesitamos un zapato de verano para niños de vestir para acompañar a esos vestidos y conjuntos de lino para los eventos. Esos zapatos que necesitamos para las celebraciones suelen ser merceditas de vestir para niñas, las cuales irán con cierre de hebilla o botón, adornadas de cualquier detalle que le de ese toque vestido, y siempre con forros de piel. Aunque nuestras condiciones de vida moderna en las ciudades no nos permiten mantener descalzo al pie, un calzado inteligente debería seguir fielmente los dictados de la naturaleza. Los mejores zapatos para el niño son los que se adaptan a las características del pie del bebé: con planta ancha, de forma cuadrada y que permitan un buen movimiento. A la hora de escoger el calzado para el niño, hay que tener en cuenta que el zapato cumpla con algunos requisitos. Una vez empiezan a hacerlo pueden usar unas chancletas para estar por casa, pero nunca han de caminar descalzos. Varían todas en lo que usamos para sujetar la suela al pie.
Es más adelante con la puesta en pie y la marcha cuando se empieza a formar la bóveda plantar, gracias a la acción muscular (tibial anterior, flexor corto plantar, aductor del primer dedo). Si nos fijamos en cualquier persona cuando camina descalza, el pie no se mueve en bloque sobre el suelo, sino que se dobla, se articula en la base de los dedos sobre todo en dos momentos durante cada paso: justo antes de apoyar el pie en el suelo (final de la fase aérea del paso) y aún más en el momento de separarse del suelo tras el apoyo (fase de despegue). No es necesario que sea de cuero, tal y como explica Josep Mª Carnero, pero lo que sí debe ofrecer es flexibilidad en la zona del antepié y rigidez en el contrafuerte, la parte que envuelve al calcáneo. Al caminar debemos tener libre dicha articulación. Pero hay diseñadores que simplemente reducen el tamaño de un diseño para calzado de adultos. La misión del calzado para niños y niñas que todavía no caminan es únicamente el abrigo, no la sujeción.
Se deben respetar la fisiología, la biomecánica y en definitiva la lógica del cuerpo humano, sobretodo cuando no existen deformidades ni patologías que puedan explicar otro tipo de calzado correctivo. PALABRAS CLAVE Calzado infantil sano. En muchas ocasiones (por ejemplo en zapatillas de deporte) la plantilla del zapato intenta con su forma mantener la bóveda del pie (arco interno plantar) como para evitar el pie plano. No debemos obligarle a calzar unos zapatos muy bonitos, si son duros, rígidos o si le vienen demasiado estrechos o demasiado anchos. • Su talón no debe "bailar" en el interior, ya que el zapato puede salirse o formarse ampollas dolorosas en los pies. • En cuanto a los sistemas de cierre, las cremalleras, los cordones o los sistemas mixtos garantizan un cierre perfecto. Además, el sistema de velcro o "abre fácil" permite que los niños se calcen y descalcen solos, y a la vez aseguran la sujeción del pie. El zapato debe incorporar cierres que permitan regularse, según la anchura del pie y el grosor del calcetín.
En cuanto a los materiales, son preferibles los zapatos de piel natural porque los niños suelen sudar mucho y este tipo de zapatos favorece una correcta transpiración. • El interior de sus zapatos no debe tener incómodas costuras en relieve. • La suela de los zapatos debe ser antideslizante para evitar caídas peligrosas al pequeño, que todavía se siente inseguro sobre las piernas. Para elegir los zapatos para un niño que empieza a caminar hay 4 aspectos fundamentales: Material: Los mas usados en la fabricación de calzado son tela, cuero y plástico. La clave está en la exquisita sensibilidad que tienen las plantas de los pies al nacer ("mayor que la de las manos"), de manera que al calzarles se reduce la información que reciben del medio que les rodea y su capacidad de interactuar con éste. Primeros (y flexibles) pasos A la hora de elegir sus primeros zapatos, Pascual recomienda que sean "lo más flexibles posibles", y con algún tipo de sujeción (como el velcro).
El mejor para empezar a andar es la tela. Con las botas y zapatos rígidos el niño estará incómodo en cualquier otra postura que no sea estar de pie, y en esa etapa su forma natural de moverse es reptar, gatear, e ir poniéndose de pie y empezar a andar poco a poco, conforme su evolución se lo vaya permitiendo. La elección del calzado es un factor fundamental para la salud, especialmente para los niños de entre 3 y 7 años -para los más pequeñines la misión del zapato es únicamente el abrigo, no la sujeción-, que es cuando los 'peques' maduran la marcha hasta equipararla con la de los adultos. ¿Quieres saber cómo dar con estos 'superzapatos' para esta temporada? 1. Las chanclas, zuecos o marquesitas no son recomendables, entre otras cosas porque la percepción de que el zapato se sale a cada paso obliga a los dedos a un trabajo extra de “agarre” innecesario. Nota: a pesar de haber elegido un calzado correcto, no se debe olvidar que los zapatos y zapatillas son sólo para unas horas del día.
Si la madurez corporal (equilibrio, fuerza, solidez de sus huesos y demás estructuras, etc.) de un niño le permite estar de pie y caminar sólo unos minutos, es un error intentar darle una estabilidad artificial –por medio de un zapato duro y con el contrafuerte excesivamente alto- para que pueda andar más tiempo. Así evitarás caídas innecesarias a tu hijo. El calzado debe tener poco tacón para facilitar el juego de la articulación. La planta del zapato tiene que ser ancha y de forma redonda o cuadrada. Los dedos pues colaboran con su movimiento de flexión y extensión durante la marcha, por lo que es absurdo eliminar su función. Por otra parte, si la suela es gruesa y rígida el niño se pierde toda una serie de estímulos y sensaciones que debe percibir del suelo (por ejemplo las irregularidades) y que le ayudarán a desarrollar sus reflejos, destreza y equilibrio. No hay que comprar nunca un zapato de un número mayor con el objetivo de que el niño pueda utilizarlo durante más tiempo. Si son necesarias plantillas, deben realizarse a medida.
Para preservar la salud de los pies del bebé es importante saber elegir los zapatos más adecuados. Aunque en algunas comunidades los pediatras realizan una revisión del pie hacia los cuatro o cinco años y pueden remitir a un podólogo infantil si detectan alguna anomalía, "lo normal es que los padres vengan por comparación con otros niños. Si se les apunta a realizar algún deporte siempre deberán llevar el calzado más adecuado para esa actividad y, en caso de que le vaya un poquito grande, no habrá problema mientras el pie vaya bien sujeto. Características del zapato La suela del zapato infantil debe ser flexible y ha de tener una correcta adherencia al suelo. Ya existen en el pie estructuras (músculo-tendinosas y ligamentos) encargadas de formar y mantener la bóveda plantar. Todos los niños antes de empezar a andar tienen un pie plano fisiológico normal (3). Estaremos en un error si por mantener intactos los ligamentos (que el niño no se tuerza el pie) lo que hacemos es anular la importante acción muscular, llevando un calzado que impide el movimiento.
Conclusión: el zapato debe llegar hasta debajo de los maleolos (los huesos laterales del tobillo) o si es una bota, debe ser lo suficientemente flexible como para permitir el movimiento completo de la articulación del tobillo. La suela. A su juicio, lo importante es detectar cualquier problema a tiempo, para poder tratarlo cuanto antes; "aunque -por ser la nuestra una profesión privada- no es extraño que muchos padres lleguen al podólogo 'de rebote', después de visitar a varios pediatras y traumatólogos infantiles". En esta entrada del blog, vamos a comentar sobre los tipos de zapato de verano para niños que deben usar en esta época y cuáles deben ser sus características, ya que con la llegada de la primavera, del verano y las altas temperaturas, los niños hacen más vida en la calle, por lo tanto para estas fechas necesitamos zapatos más abiertos y materiales más ligeros, como los que os comentaremos a continuación. zapato-de-verano-para-ninos Zapato de verano para niños ¿Cómo debe ser el zapato de verano para niños?
El zapato de verano para niños, desde su primer zapato de gateo y primeros pasos como los siguientes zapatos hasta que sean mayores, deben tener características similares, ya que siempre están en continua formación y crecimiento y los pies es la base primordial del cuerpo, los cuales tienen que ser fuertes toda la vida. La primordial característica de un zapato de verano para niños y más en estas fechas que la transpiración es muy importante son los forros y la planta que deben ser de piel transpirable o 100% algodón cuando se trate de zapatillas de lona, y utilizar calcetines de algodón, para facilitar la transpiración y evitar la sudoración. El zapato de verano para niños debe llevar contrafuertes reforzados, sobre todo para los primeros pasos, con los cuales el pie y tobillo llevarán más sujetos, y evitar la tendencia de meter los pies hacia dentro. La plantilla con formativo es otra de las características que deben llevar los zapatos para los primeros pasos, con la cual empezará a formarse el arco del pie. Las punteras deben ser cuadrangulares y que tengan suficiente espacio para la movilidad de los dedos, evitando zapatos de punteras estrechas que les puedan oprimir los dedos. Las suelas deben ser de materiales antideslizantes y flexibles, con las que poder flexionar bien el pie sobre toda en la mitad anterior que es la que flexionamos al caminar y adherentes para que no resbalen. Los cierres para los primeros zapatos deben ser de hebilla y cordones, con los que llevarán el pie más sujeto y también evitar que se los quiten ellos mismos. "Cuando se piensa en el calzado infantil, los padres tienden a pensar en modelos que le den estabilidad; pero es a la inversa. 'Mi niño camina torpe', 'se tropieza', 'anda más raro que su amigo'...", explica. De igual forma están ya en desuso los andadores (tacatás) porque fuerzan al niño a estar en una postura que por su edad (o su desarrollo corporal) aún no le corresponde y a desplazarse de una forma extraña.
Para quien piense que el tobillo del niño de un año es débil y debe reforzarse, añadiré que aún le debilitaremos más si le acostumbramos a llevar un armazón que lo sujete: lo que mantiene la estabilidad del tobillo son en primer lugar los músculos y después los ligamentos. El pie fue creado para ir descalzo y no para ir metido en una armadura rígida. Conviene que los niños las usen con moderación porque la mayoría están fabricadas de plástico, lo que favorece la sudoración excesiva, que puede provocar irritaciones en los pies e incluso hongos. En caso de que el diagnóstico sea, efectivamente, un pie plano, añade, las plantillas no son la única solución: "El podólogo puede valorar un tratamiento con fisioterapia o de rehabilitación postural". La plantilla del zapato tiene que ser plana y flexible. Presiona la punta por la parte superior para ver si los dedos la rozan: si es así, el calzado es demasiado pequeño. 8. Es importante, añade, no usar botas ni calzados más altos del tobillo.
De hecho es muy recomendable que caminen descalzos por la playa para estimular la musculatura de la planta del pie. Otras consideraciones: – Vigilar que los calcetines no opriman y sean de tejidos naturales. – Fomentar actividades al aire libre como excursiones que además favorecen la convivencia y los hábitos saludables. – Para los niños que gatean disponemos de unos zapatos con puntera reforzada para evitar lesiones en los dedos. – Ciertas patologías ortopédicas requieren de zapatos especiales u órtesis (plantillas, taloneras, alzas) que siempre serán recomendadas por el especialista. La misión del calzado es proteger y abrigar al pie, y no aprisionarlo impidiéndole estímulos tanto internos (del propio movimiento, equilibrio, postura) como externos (contacto de la planta del pie con el suelo). Analicemos con más detalle ese calzado infantil actualmente de moda: El tobillo: Si es bota o zapato alto, llega a impedir el movimiento natural del tobillo (articulación tibio-peroneo-astragalina).
Si ya la bóveda es mantenida artificialmente por el calzado, estaremos inhibiendo la acción de esas fibras músculo-tendinosas cuya misión es sostener el arco del pie. Conclusión: la plantilla del zapato debe ser plana y flexible. Tacones y punteras estrechas: Aunque casi ningún calzado para niños pequeños está terminado en punta ni tiene tacones, es bueno aprovechar la ocasión para advertir que los zapatos de dichas características son causa de muchas deformidades y otros problemas de los pies de las señoras que eligen su calzado según la moda y no según criterios saludables. Si el calzado no permite la libre movilidad del tobillo, está perjudicando su desarrollo. Las características más aconsejables en este tipo de calzado son la planta anatómica, suelas de goma y adherentes para que no les resbale con el contacto del agua, materiales naturales para evitar rozaduras ya que las chanclas y sandalias de piscina las usamos tanto para estar en la piscina y playa como para estar de vacaciones en la playa durante el día, así que uno de los más usados en las sandalias de piscina es el neopreno.
Aparte de las chanclas y sandalias de piscina, los zuecos Crocs nos servirán tanto para el agua como para estar por casa, ya que es un calzado anatómico, fabricados con resina de alta calidad antibacteriana llama Croslite y suelas antideslizantes. zapato-de-verano-para-ninos-zuecos-crocs zapato-de-verano-para-ninos-zuecos-crocs zuecos piscina crocs woody lime zuecos piscina crocs dora rosa Después de esta guía de consejos y características, ya puedes pasearte por nuestra Zapateria infantil online, donde encontrarás todos los modelos de todo tipo de zapato de verano para niños que os hemos comentado y mostrado para esta temporada, los cuáles cumplen todos los requisitos para que sean los zapatos más adecuados para tus hijos. Hoy te traemos una muestra de las exquisitas rebajas en calzado infantil, que podrás encontrar en las tiendas online, de las mejores marcas y a los mejores precios. Ahora que acaban de empezar las rebajas, no deberías perder tiempo para comprar calzado online para tus hijos, porque es el mejor momento para hacerte con esos modelos de calzado infantil que tanto te gustan, gastando muy pero que muy poco.
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